En Argentina, la visita a un museo no se reduce a un plan para escolares. En cada provincia hay decenas de museos que vale la pena conocer. Sin embargo, hay algunos muy extraños por el tema abordado, los objetos exhibidos y la propuesta museológica. Te invitamos a conocer los más raros de Buenos Aires y alrededores.
Buenos Aires: vista de la parte superior del Palacio de Aguas Corrientes.
1.Buenos Aires tiene un museo de la deuda externa
Este museo nació en 2003 por resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA por iniciativa de un grupo de voluntarios de la universidad que se venía reuniendo desde 2001 para reinstalar la discusión pública sobre el endeudamiento de nuestro país. Desde entonces suman casi 20 mil alumnos los que participaron de sus visitas guiadas.
Se trata de un recorrido histórico ilustrado sobre plotters, desde la Independencia hasta el año 2007. Recibimos a los visitantes con folletería, historietas, documentales institucionales, juegos didáctico y una serie animada coproducida con Canal Encuentro en 2011, titulada Marcianos. Cronología de la Deuda Externa Argentina".
Se puede visitar de lunes a viernes de 9 a 21. Para solicitar visitas guiadas y salidas a instituciones pueden comunicarse a [email protected] o al teléfono 5285-6748. También tienen un camión itinerante que ya recorrió más de 3 millones de kilómetros por todo el país.
Dirección: Uriburu 763. Monserrat.
2.Buenos Aires: curiosidades y secretos de un palacio magnífico
El Palacio de Aguas, museo del Agua y el saneamiento es un magnifico edificio emplazado en un coqueto barrio de Buenos Aires. Se encuentra en el corazón de Recoleta junto a otros espacios imperdibles de la ciudad.
Si bien su construcción, el origen de los materiales, la magnitud de la empresa y algunos datos curiosos convierten a este espacio en una atracciòn en si, vale destacar que el Palacio de Aguas 1974 fue parcialmente demolido para una reforma integral de la institución.
En estado original solo permanecen la fachada de Av. Córdoba y sobre calle Riobamba y Ayacucho, dos sectores de los frentes. Pequeños jardines los rodean, cerrados por una destacable verja de herrería que apoya sobre pilares de mampostería. Dentro de la corriente ecléctica, este diseño refleja influencias neogóticas, ojivas y muros almenados.
El museo da cuenta de la historia del agua en Buenos Aires desde los criterios de sanidad hasta su almacenamiento y lo que supone su preservación y desarrollo en las ciudades.
La impactante fachada tiene mas de 300 mayólicas traídas de Europa. Las fachadas están revestidas con más de 130 mil ladrillos esmaltados y 170 mil piezas cerámicas que fueron fabricadas especialmente en Bélgica e Inglaterra; Así se escondieron los tanques, que eran considerados carentes de belleza. Los techos verdes provienen de Francia.
Fue proyectado por los ingenieros Bateman, Parsons y Bateman. El depósito se compone por doce tanques de hierro de 6.000 m3 de capacidad, distribuidos a lo largo de tres pisos, cuyo peso es soportado por columnas de fundición.
El museo, con entrada libre y gratuita, recupera la historia del edificio, sus funciones al tiempo que reconstruye una calle colonial para trazar una línea de tiempo con la historia del agua. Lo podes visitar de lunes a viernes de 9 a 13 y de 14 a 17 hs.
Lunes, miércoles y viernes a las 11 hay visita guiada.
Tel: 6319-1104. Riobamba 750, piso 1° (Palacio de las Aguas Corrientes).
3.Buenos Aires misteriosa: un recorrido por el museo forense
Se trata del museo forense que queda en la dependencia de la morgue judicial en la calle Junín 760. Si bien es un museo universitario causa mucho interés especialmente en La Noche de los Museos y funciona de lunes a viernes de 9 a 15 horas y recibe a alrededor de 7000 personas cada año. Las visitas guiadas se realizan concertando previamente un turno y están dirigidas, en especial, a grupos de estudiantes de medicina y derecho, cadetes del Servicio Penitenciario y de fuerzas de seguridad, miembros del Poder Judicial y profesionales de disciplinas afines.
El acervo incluye tejidos anatómicos con diferentes lesiones de interés médico-legal, inmersos en un líquido llamado Kayserling que preserva los colores y la hidratación de la piel; además de reproducciones de cabezas realizadas en yeso (obras del escultor italiano Alejandro Chiapasco), radiografías, fotos, objetos y diversos materiales de laboratorio.
Cada ítem está acompañado de su correspondiente ficha técnica informativa. La mayor parte de los restos humanos pertenece a personas fallecidas entre las décadas de 1930 y 1940, víctimas de accidentes, homicidios o suicidios, cuyos cadáveres en su momento no fueron reclamados ni retirados y se destinaron a fines de investigación.
El museo no es apto para menores ni para personas impresionables. Por consultas y visitas: 4374-2035 o 4374-3939, interno 3872; o por correo electrónico a [email protected]
Más noticias que pueden interesarte
Temas relacionados
Deja tu comentario