Colombia es el hogar de una rica tradición y gastronomía que ha marcado la vida de sus habitantes a lo largo de los años. Existen productos que han dejado una huella en la historia del país. Cada uno de estos, además de ser un deleite para el paladar, también representan una parte fundamental de la cultura.
A continuación, te contamos sobre cuáles son esos productos y porque son tan representativos para el país.
1. Choco Break: un clásico colombiano
Choco Break, un producto emblemático de la marca Colombina, nació del sueño del vallecaucano Hernando Caicedo, quien fundó en 1918 la trapichera Riopaila. Con el tiempo, esta se convirtió en una de las azucareras más relevantes del país.
Este fascinante chocolate, conocido por su delicioso relleno sabor a frutas, ha conquistado tanto a grandes como a chicos, convirtiéndose en un favorito en colegios y tiendas de barrio.
La popularidad de Choco Break ha llevado a la marca a diversificar su oferta, incorporando versiones como el Choco Break blanco con trocitos de galleta y el Choco Break de Bon Bon Bum.
2. Chocorramo: sabor que perdura
Con más de 50 años, el Chocorramo se erige como uno de los productos más icónicos de la empresa Ramo, fundada por el panadero Olimpo López. Este delicioso bizcocho cubierto de chocolate ha conquistado los paladares de todos los colombianos, convirtiéndose en un clásico de la gastronomía nacional.
También ha encontrado su camino en el mercado internacional, exportando millones de unidades al año. La reciente innovación de las Esquinas de Chocorramo, demuestra cómo la marca se reinventa para seguir siendo relevante.
3. Cola & Pola: la bebida de la celebración
Cola & Pola, una refrescante combinación de cola y cerveza, ha sido parte esencial de la cultura de las fiestas en Colombia desde su lanzamiento en la década de 1990.
Su sabor distintivo lo convierte en el acompañante ideal para disfrutar con picadas y platos tradicionales, como el ajiaco, y lo convierte en un clásico en reuniones familiares y eventos sociales.
4. Arequipe Alpina: dulce tradición
Alpina, reconocida por su extensa gama de productos lácteos, ha hecho del arequipe uno de sus íconos. Desde su lanzamiento hace 43 años, este dulce de leche se ha ganado un lugar en las cocinas colombianas, disponible en tarros de diferentes tamaños.
Su popularidad en tiendas de barrio y supermercados refleja su estatus como un alimento básico en el hogar colombiano. Su versatilidad permite disfrutarlo en diversas presentaciones, desde untar en galletas hasta incorporarlo en deliciosos postres.
5. Paleta Drácula: un regreso triunfal
La Paleta Drácula ha estado en el mercado desde los años 80 y, gracias a su sabor a frutilla y su forma icónica, se ha convertido en una opción popular entre los más pequeños.
Este año, la paleta ha regresado con fuerza, celebrando su legado mediante una nueva campaña que rinde homenaje a su famoso personaje. Además, la marca lanzó nuevos productos, como la galleta Drácula y la malteada Drácula de El Corral, lo que resalta su popularidad y conexión con el "Dracuverso".
6. Coffee Delight: un sabor que enamora
Nacido en los años 70, Coffee Delight se ha transformado en un símbolo del excelente café colombiano. Este caramelo, que evoca el sabor del mejor café suave del mundo, es ideal como postre o para satisfacer antojos en cualquier momento del día.
Su éxito ha sido tal que se ha posicionado como un favorito en las mesas colombianas, convirtiéndose en un emblema de la cultura cafetera del país. Actualmente, se puede adquirir en bolsas perfectas para compartir.
7. Barrilete: un dulce de recuerdos
En la década de 1980, la compañía Súper lanzó Barrilete, una barra masticable que rápidamente se convirtió en un dulce icónico. Con su envoltura azul decorada con estrellas, ha sido parte de la infancia de muchos.
Este dulce ha trascendido generaciones, adaptándose con ligeras modificaciones en su presentación, pero manteniendo su esencia. La diversidad de tamaños también ha permitido que llegue a un público más amplio.
8. Pastas Doria: sabor italiano en Colombia
Fundada por el italiano Arturo Sesana Vitali en la década de 1950, Pastas Doria ha sido clave en la industria gastronómica. Sus productos han hecho de la pasta una opción imprescindible en la dieta colombiana.
La fusión de recetas italianas con ingredientes colombianos ha resultado en sabores únicos. La versatilidad de las pastas Doria, combinadas con salsas locales, ha fomentado una cultura de comida casera que se mantiene vigente.
9. Tostacos: un snack irresistible
Tostacos, otro producto estrella de Ramo, es un snack de maíz, convirtiéndolo en el acompañante perfecto para cualquier reunión. Con presentaciones de queso y picante, son ideales para compartir entre amigos y familiares.
Este alimento ha encontrado su lugar en las mesas de los colombianos, consolidándose como un clásico en eventos y reuniones sociales.
10. Herpos: un clásico que resiste el tiempo
Creada por Hernán Poveda en 1973, el Herpo se presenta como una galleta rellena de arequipe y bocadillo. Su nombre proviene de las iniciales de su creador y ha perdurado en el tiempo, convirtiéndose en uno de los dulces típicos.
A lo largo de 50 años, esta deliciosa galleta ha evolucionado. Su presencia en el mercado demuestra la resistencia y la adaptabilidad que tienen los productos tradicionales colombianos.
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