Cuando recorremos un destino siempre planeamos conocer sus edificios más bellos e históricos. Uno siempre se deslumbra con aquellas primeras construcciones arquitectónicas que le dieron identidad a una ciudad. Y en muchas ocasiones, los teatros son la clara representación de este aspecto.
Los teatros son sinónimo de cultura y, generalmente, son arquitectónicamente imponentes. Esto se debe a que simbolizan la gloriosa historia de un país. En este caso, haremos un repaso de los cinco teatros más impresionantes del mundo.
1- Sydney Opera House (Australia)
Es, probablemente, el teatro más famoso del mundo si tenemos en cuenta el destino. Lo primero que uno piensa cuando le nombran Sídney es en este curioso lugar. Diseñada por el danés Jorn Utzon, este teatro tiene una estética muy curiosa, digna del estilo de Frank Gehry.
En sus cinco auditorios tienen lugar nada menos que 2400 eventos anuales en los que la acústica, según los expertos, es sencillamente perfecta. Asistir a un espectáculo implica, además de largas lista de espera, una considerable suma de dinero, aunque es posible realizar tours guiados que se ofrecen por las mañanas a través de sus pasillos.
2- Teatro Colón de Buenos Aires (Argentina)
Construido en 1857 y reinaugurado en 1908 en distinta sede, el Teatro Colón es una visita obligada si aterrizas en Buenos Aires. Se trata de una sala de excepcionales condiciones acústicas y arquitectónicas que ha sido declarada la más importante de Sudamérica.
Absolutamente, todos los grandes artistas se han presentado en Teatro Colón: desde Enrico Caruso, hasta Maria Callas, Plácido Domingo o Luciano Pavarotti, pasando por bailarines como Rudolf Nuréyev o directores como Herbert von Karajan.
Su estilo ecléctico mezcla elementos neorrenacentistas y barrocos, mientras que su interior sigue las directrices del teatro clásico francés y el italiano.
3- La Scala de Milán (Italia)
La Scala es, indudablemente, el teatro con mejor programación del mundo. El Teatro alla Scala, conocido como la Scala de Milán, fue construido en 1778 para sustituir al Teatro Ducale en los mismos terrenos que ocupaba la iglesia Santa María alla Scala, de la cual tomó el nombre.
Si bien fue destruido debido a bombardeos en la Segunda Guerra Mundial, los italianos pudieron volver a poner en pie este lugar en 1946 con un espectacular concierto dirigido por Arturo Toscanini. Después ha sufrido otras reformas que han sacado más brillo, si cabe, a su incomparable belleza.
4- Opera Garnier de París (Francia)
Arquitectónicamente, la Opera Garnier es uno de los edificios más bonitos que se han construido. Desde el siglo XIX, cientos de teatros han tratado de imitar su majestuosidad sin éxito.
Con una superficie aproximada de 11.000 m2 y una capacidad para 2.200 espectadores, este teatro no sólo inspiró la genial obra El Fantasma de la Ópera, de Gaston Leroux, sino que a lo largo de su historia ha visto representarse las piezas más prestigiosas.
5- Ópera Nacional de Viena (Austria)
No tiene rival en todo el planeta en lo que concierne a la lírica, gracias a su aclamado repertorio que abarca desde el Barroco hasta el siglo XXI. Este año, además, este reputado auditorio de la capital austriaca, nacido a iniciativa del emperador Francisco José, está de celebración: se cumplen 150 años desde su creación, un acontecimiento que incluirá, entre otros muchos actos, el estreno de La mujer sin sombra, de Richard Strauss, representada por primera vez en este mismo lugar hace 100 años.
Más allá de su calidad artística, el edificio de estilo neorrenacentista es una joya arquitectónica única a la que, por suerte, se pudo reconstruir tras ser bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial.
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