En Turquía, la ciudad de Estambul no solo nos regala paisajes, cultura e historia. También nos brinda espacios para divertirse junto a los más chiquitos de la familia.
Aunque se trata de un destino con gran cantidad de atractivos históricos y arquitectónicos, tampoco faltan opciones para los más pequeños. Te dejamos tres que no deberían perderse.
1. Conocer el acuario de Estambul
Inaugurado en el 2011, el acuario de Estambul en Turquía es uno de los más grandes de Europa.
El acuario turco alberga una gran variedad de especies marinas de todo el mundo, incluyendo tiburones, rayas, medusas, tortugas marinas, pulpos y muchas otras criaturas marinas fascinantes.
También cuenta con un túnel submarino que permite a los visitantes caminar debajo del agua mientras observan a los animales nadando por encima de ellos.
Además, el acuario de Estambul brinda talleres y conferencias sobre el medio ambiente y la conservación de la vida marina.
También ofrece la posibilidad de hacer buceo y natación con tiburones y otras criaturas marinas para aquellos que buscan una experiencia más emocionante.
2. Recorrer el Parque Miniaturk
El Parque Miniaturk es un parque temático en Estambul que cuenta con réplicas en miniatura de algunos de los lugares más famosos y emblemáticos de Turquía, así como de algunos monumentos históricos de otros países.
Cuenta con más de 120 modelos en miniatura en escala 1:25, incluyendo la Mezquita Azul, la Torre de Gálata, la Casa Blanca, la Torre Eiffel, la Acrópolis de Atenas, la Estatua de la Libertad y muchos más.
Además, hay muchas actividades divertidas para toda la familia, como una pista de carreras de coches en miniatura, una piscina interactiva.
El Parque Miniaturk es una atracción popular en Estambul, especialmente para las familias con niños que disfrutan de las miniaturas y la historia.
3. Probar el helado turco
El helado turco, dondurma, es una deliciosa comida callejera que debes probar en Turquía. Su textura elástica y gomosa hacen que sea una experiencia única al paladar.
Los vendedores de este helado suelen vestir trajes tradicionales y llevan sus carritos con una campana que suena para atraer a los clientes, buscando que prueben este cremoso y dulce postre helado.
Lo que hace que el helado turco sea un helado diferente es la manera en la que se prepara, siendo todo un espectáculo para los turistas, ya que el heladero juega con los consumidores mientras lo sirve.
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