Hay que dejarse conquistar por Coche; entregarse a ese calor caribeño que nace en la punta de los pies y explota en las mejillas; hay que dejarse arropar por ese mar cálido, siempre en calma; olvidarse del estrés y de las penas y bailar descalzos, pisando esa suave arena blanca; hay que permitir que los rayos de sol que iluminan la isla penetren en cada uno de nuestros poros; responder al abrazo de la brisa, que llega puntual a la tarde, cuando el sol se esconde en el horizonte; hay que dejarse enamorar por Coche, un destino esencial en la ruta de los viajeros que buscamos descubrir los tesoros que guarda el Caribe.
El paraíso esencial
Junto con Margarita, las islas de Coche y Cubagua conforman el estado de Nueva Esparta. Ambas son ramales sumergidos de la cordillera de la Costa, por lo que sus mayores alturas sólo alcanzan los 70 m.
El nombre del destino proviene de una palabra indígena que significa “venado”, animal que se cree habitaba en el lugar antes de la llegada de los españoles.
En la actualidad, el enclave dispone de hotelería de primer nivel, planes de excursiones para visitarla por un día y restaurantes típicos, donde se preparan exquisitos platos con frutos del mar.
EL ENCANTO DE LO NATURAL.
Con una población cercana a los 13 mil habitantes, la actividad principal está concentrada en unos pocos sitios de la costa sur, principalmente en San Pedro de Coche, su capital.
La isla, de tan sólo 12 km., presenta una superficie de 55 km², en la que predomina un paisaje árido, dominado por una gran salina al oeste y por una sucesión de pequeñas colinas al este, suavemente redondeadas y de baja altura.
A diferencia de Isla Margarita, en Coche no existen grandes centros comerciales, tiendas, discos o casinos, ofreciendo a los viajeros una propuesta natural y encantadora.
AL RITMO DEL VIENTO.
Todo es ritmo en Venezuela, por eso, y gracias a los vientos fuertes, constantes y paralelos a la playa, la isla de Coche es uno de los mejores destinos para realizar windsurf y kitesurf, tanto para principiantes como para expertos.
Así, al compás del viento, los viajeros podrán practicar estas alternativas deportivas en las tranquilas y transparentes aguas del mar.
Al final del día y luego de una intensa jornada, lo ideal es relajarse en alguno de los bares de la playa para disfrutar de un trago típico o simplemente una cerveza, mientras el sol empieza a caer para despedir la tarde.
En 1501, la abundancia de perlas de la isla de Cubagua atrajo a exploradores y comerciantes, quienes dieron origen a una ciudad maravillosa conocida como Nueva Cádiz, la primera urbe constituida en América del Sur. La explotación de perlas fue intensa e inhumana, ya que era llevada a cabo por esclavos, negros e indios, quienes debían bucear para extraer las joyas de las ostras. Con el paso de los años, la producción fue aminorando hasta casi desaparecer, al igual que Nueva Cádiz. En la actualidad, la isla de Cubagua conserva los rastros de la antigua ciudad y ofrece playas de arena fina y aguas cristalinas, además de una rica vida submarina, especialmente en las zonas de arrecifes de coral, convirtiéndose en la alternativa ineludible para los viajeros que llegan a Coche. Una vez allí, la foto del recuerdo es la de las Tetas de María Guevara, curioso nombre del Parque Natural de 1.670 ha. que se encuentra a unos 11 km. de la laguna de la Restinga y está compuesto por bosques secos, paisajes semidesérticos y manglares. Las Tetas de María Guevara son dos cerros gemelos –considerados Monumento Natural– de 135 m., que emergen sobresaliendo de la vasta llanura, pudiendo ser vistos desde cualquier parte. Si bien nadie sabe exactamente por qué llevan este nombre, una de las leyendas populares con más fuerza cuenta que María Guevara fue una hermosa mestiza que luchó en la guerra de la Independencia.
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