Explorar las reservas naturales de Colombia va más allá de un deleite visual; es una forma de reconectar con la esencia misma del país. Cada sendero, río y canto de ave en estos espacios protegidos cuenta una historia que refleja el equilibrio vital de nuestros ecosistemas. En un mundo cada vez más ruidoso y acelerado, sumergirse en la tranquilidad de la naturaleza se convierte en una verdadera necesidad.
Ecoturismo en Colombia: 5 reservas naturales para visitar este año
Cinco reservas naturales imperdibles en Colombia donde la biodiversidad, el silencio y la aventura se unen en experiencias que transforman.
Recorrer estas reservas es descubrir una Colombia que respira a través de sus ríos, árboles y culturas originarias.
A continuación, te compartimos cinco reservas naturales que merecen estar en tu lista de lugares para descubrir al menos una vez en la vida.
1. Reserva Nacional Natural Puinawai en Guainía
Si se pudiera definir la palabra “intacto” con un territorio colombiano, ese sería el Puinawai. Esta reserva, ubicada en el departamento de Guainía, es uno de los territorios protegidos más grandes del país, y también uno de los menos intervenidos.
El acceso es limitado y controlado, lo que le da a este lugar un aire de misterio. Para llegar, hay que volar a Inírida y luego emprender un recorrido fluvial que puede tomar varias horas, dependiendo de la temporada. Pero todo vale la pena. El paisaje está dominado por extensos bosques, ríos caudalosos como el Inírida y el Guainía, y formaciones geológicas milenarias como los tepuyes que rompen la línea del horizonte.
La biodiversidad aquí es tan rica como poco conocida. Se han registrado cientos de especies de aves, mamíferos y plantas endémicas. Además, en este territorio habitan comunidades indígenas como los Puinave y los Curripaco, cuya sabiduría ancestral es clave en la protección del ecosistema.
2. Reserva Natural Nukak en Guaviare
La Reserva Natural Nukak, ubicada en el departamento del Guaviare, es uno de esos atractivos que no aparecen en las guías tradicionales, pero que guarda una de las historias más poderosas de la biodiversidad y la resistencia cultural en el país.
Este territorio es hogar del pueblo indígena Nukak Makú, uno de los últimos pueblos nómadas en aislamiento voluntario en el mundo.
Aunque el ingreso está restringido por razones humanitarias y de conservación, en San José del Guaviare es posible hacer recorridos con guías locales por los límites de la reserva, visitar las impresionantes formaciones rocosas de la Serranía de La Lindosa y conocer los petroglifos que dan cuenta de la ocupación ancestral de la región.
3. Reserva Natural Sanguaré en Sucre
Ubicada entre San Onofre y el mar Caribe, la Reserva Natural Sanguaré es un paraíso escondido en el departamento de Sucre. Esta reserva privada fue creada con el fin de proteger los ecosistemas costeros como los manglares, las lagunas y los bosques secos tropicales, un tipo de bosque en peligro de extinción en Colombia.
Lo que la hace única no es solo su extraordinaria biodiversidad, hogar de más de 250 especies de aves, manatíes, monos aulladores y tortugas marinas, sino también la manera en que el turismo responsable se ha convertido en parte esencial de su conservación.
Allí podrás realizar recorridos en kayak por manglares al atardecer, caminatas interpretativas y jornadas de avistamiento de aves que parecen diseñadas por un pintor caprichoso.
4. Reserva Natural Río Claro en Antioquia
A solo tres horas de Medellín, escondida entre montañas cubiertas de selva húmeda tropical, se encuentra la Reserva Natural Cañón del Río Claro. Este sitio es un espectáculo de naturaleza viva: el río fluye por un lecho de mármol blanco que da a sus aguas una transparencia mágica, casi surreal.
Aquí tienes la opción de practicar deportes de aventura como rafting o espeleología, pero también hay espacio para la contemplación: caminar por el sendero de la cueva de los Guácharos, donde habita esta enigmática especie de ave nocturna, es como ingresar a un templo natural.
5. Reserva Natural Tanimboca en Amazonas
A las afueras de Leticia, capital del Amazonas colombiano, se encuentra la Reserva Natural Tanimboca, un proyecto de conservación que permite a los visitantes vivir una experiencia amazónica sin filtros. Aquí, las actividades van desde caminatas nocturnas para experimentar la vida silvestre oculta, hasta dormir en casas elevadas a 12 metros sobre los árboles.
La reserva también ofrece recorridos en canoa por ríos y lagunas, avistamiento de delfines rosados y visitas a comunidades indígenas Ticuna, quienes comparten su visión del bosque y sus conocimientos ancestrales.
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