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Hotel Grand Palace: calidad y ubicación óptima en Tokio

Con la clásica hospitalidad japonesa y servicios consistentes en todos sus rubros, el establecimiento agrega el plus de estar ubicado en un área perfecta para desandar los atractivos tokiotas.

Teniendo en cuenta su gran extensión y diversidad de atractivos, en Tokio la ubicación es clave. Y si a ello sumamos servicios de calidad, la propuesta del Hotel Grand Palace se acerca a la imbatibilidad.

La propiedad –perteneciente a la línea Distinctive de WorldHotels– dispone de 458 habitaciones distribuidas en 23 pisos, cuyo rango abarca desde las singles hasta las lujosas suites con sus vistas panorámicas del Palacio Imperial.

En función de cubrir las expectativas de los turistas occidentales, el Grand Palace suma facilidades de manera constante. Últimamente, en las habitaciones se incorporaron televisores de mayor tamaño junto con más programación internacional, el detalle de las botellas de agua mineral gratuitas y, en el apartado de infraestructura, un gimnasio totalmente equipado y de acceso libre para todos los huéspedes.

La selección de restaurantes contempla una amplia gama de gustos: Chiyoda, dedicado a la gastronomía japonesa tradicional; Manjuen, especializado en la cocina cantonesa; Chidori, con una selección de comidas a la plancha teppanyaki y vistas desde el último piso, al igual que el francés Crown Restaurant. A ello se suma Cattleya, donde se sirve el desayuno americano buffet, el bar de tragos Crown Lounge y la panadería Julie.

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El imperdible restaurante de teppanyaki, en el piso 23.
El imperdible restaurante de teppanyaki, en el piso 23.

También vale destacar un servicio muy conveniente: el Airport Limousine Bus, que transporta a los huéspedes desde el hall del hotel hasta los aeropuertos internacionales de Narita y Haneda, a un precio accesible y con un amplio rango horario.

A todo esto se agrega un personal siempre amigable y dedicado, haciendo gala de la tan alabada hospitalidad japonesa, donde no es necesario otorgar propinas –de hecho, están mal vistas– ya que la excelencia en la atención es simplemente la norma.

MUCHOS ATRACTIVOS A MANO.

Alojarse en el Hotel Grand Palace también significa estar en el mejor sitio para admirar el mayor acontecimiento natural a nivel nacional: el florecimiento de los cerezos, fenómeno que ocurre entre la última semana de marzo y la primera de abril.

Es que, tal como hemos mencionado, el establecimiento se encuentra en uno de los vértices de los jardines imperiales, donde los pétalos rosados de cientos de “sakuras” dominan el paisaje durante el período de floración.

Alojarse en el Hotel Grand Palace también significa estar en el mejor sitio para admirar el mayor acontecimiento natural a nivel nacional: el florecimiento de los cerezos

Si bien el Palacio Imperial no suele estar abierto al público, aún así es posible pasear por sus jardines y admirar el puente Nijubashi. En el mismo extenso predio se encuentran el Museo de Ciencias, el Museo Nacional de Arte Moderno de Tokio y es el estadio olímpico Nippon Budokan, dedicado a las artes marciales.

Asimismo, el Grand Palace se ubica junto al santuario sintoísta Yasukuni Jinja, donde se venera a los soldados japoneses caídos en guerra, y a pocas cuadras del Tokyo Dome, un enorme y moderno estadio cubierto que recibe recitales y los encuentros deportivos de la Liga Japonesa de Béisbol. Este complejo también cuenta con un parque de diversiones adyacente. A ello se suma la cercana área de Kanda Jinbocho, reconocida por sus viejas librerías.

Ya metro mediante, Akihabara se encuentra a apenas 20 minutos. Esto no es un dato menor, ya que se trata de uno de los barrios más atractivos de toda la ciudad (por sus tiendas dedicadas al anime, figuras y videojuegos; todo enmarcado en luces de neón); sino que desde allí es posible conectar con otros puntos importantes como la estación Tokyo, Ueno o Ikebukuro.

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