En el mar Caribe, donde el sol parece no tener prisa y las aguas cristalinas se tiñen de azul turquesa, se encuentra un paraíso que muchos colombianos aún están por descubrir con todos los sentidos: Curazao. Esta isla, parte del Reino de los Países Bajos, es una mezcla fascinante de culturas, sabores y paisajes que invitan al asombro.
5 atractivos de Curazao que sin duda debes conocer en tus vacaciones
Curazao lo tiene todo: paisajes inolvidables, cultura vibrante y playas únicas. Conoce cinco lugares imperdibles para tus próximas vacaciones.
Curazao combina lo mejor del Caribe con una rica herencia cultural y paisajes que encantan a cada paso.
Si estás pensando en tus próximas vacaciones y aún no decides el destino, Curazao es una apuesta segura. Aquí te contamos cinco lugares imperdibles que no pueden faltar en tu recorrido por esta joya antillana.
1. Playa Kenepa Grandi: un secreto entre acantilados
Cuando uno piensa en playas caribeñas, inmediatamente vienen a la mente la arena blanca y palmeras ondulantes. Pero Curazao tiene algo diferente. En el extremo oeste de la isla, escondida entre acantilados de roca coralina, se encuentra Kenepa Grandi, una de las playas más fotogénicas del Caribe.
Aquí, el agua es de un azul tan intenso que parece retocada digitalmente, y la arena blanca contrasta con el verde de las colinas.
Llegar no es complicado, puedes alquilar un carro o tomar un tour desde Willemstad. Una vez allí, la sensación es fascinante. En la playa se puede nadar con tranquilidad, hacer snorkel cerca de las rocas o simplemente relajarse bajo una sombrilla mientras se disfruta de una bebida refrescante.
2. Willemstad: un paseo por la historia y el color
La capital de Curazao es mucho más que una ciudad bonita: es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Caminar por el barrio de Punda, cruzar el puente flotante Reina Emma y llegar hasta Otrobanda es como sumergirse en una postal animada.
Las casas coloniales holandesas, con fachadas pintadas de amarillo, rosa, verde y azul, narran siglos de historia, desde la época colonial hasta la vibrante actualidad multicultural de la isla.
Uno de los mayores encantos de Willemstad es que se puede explorar a pie. Las calles están llenas de tiendas locales, galerías de arte, cafeterías y murales que celebran la herencia afrocaribeña. El Mercado Flotante, aunque más pequeño que antes, sigue siendo una curiosidad.
Al caer la tarde, nada como cenar frente al mar en el distrito de Pietermaai, donde restaurantes elegantes y bares con música en vivo crean un ambiente bohemio y encantador.
3. Klein Curaçao: la isla desierta de tus sueños
Si alguna vez soñaste con una isla desierta en medio del mar Caribe, Klein Curaçao cumple con todos los requisitos. A solo 2 horas en bote desde el puerto de Caracasbaai, esta pequeña isla deshabitada es uno de los atractivos más sorprendentes de Curazao.
Al llegar, te reciben aguas increíblemente transparentes, una playa infinita de arena blanca y un faro abandonado que parece sacado de una película.
Este tour es perfecto para los que quieren pasar el día entre snorkeling, exploración y descanso total. Es común ver tortugas marinas nadando libremente y bancos de peces multicolores entre los corales.
Muchas excursiones incluyen desayuno, almuerzo tipo buffet y bebidas, así que solo necesitas llevar protector solar, sombrero y muchas ganas de relajarte.
4. Las Salinas de Jan Kok y el avistamiento de flamencos
Curazao también tiene su lado silvestre y sorprendente. En la zona de Jan Kok, a pocos kilómetros de la capital, se encuentran unas salinas naturales donde habitan flamencos rosados en libertad.
El espectáculo es silencioso, sereno y cautivador. A diferencia de otras zonas del Caribe donde hay que pagar tours costosos para ver aves, aquí basta con detenerse a un lado de la carretera y observar.
El mejor momento para visitar es en las mañanas o al atardecer, cuando los flamencos están más activos. Puedes combinar esta parada con una visita al estudio de Nena Sanchez, una artista local ya fallecida, cuyas obras coloridas capturan el alma de Curazao.
Jan Kok es un ejemplo de cómo la isla combina naturaleza, arte y patrimonio en una misma experiencia, ideal para quienes buscan algo más allá de las playas.
5. Playa Cas Abao: relax total con todo a la mano
Para quienes buscan comodidad sin renunciar a la belleza natural, Playa Cas Abao es la elección ideal. Esta playa privada, de acceso pago, pero muy accesible, ofrece todos los servicios que un turista puede necesitar.
El mar en Cas Abao es como una piscina natural. Aquí es posible practicar paddleboard, hacer snorkel entre corales y peces, o simplemente leer un libro bajo la sombra de un cocotero.
A pesar de su popularidad, nunca se siente demasiado llena, lo que permite disfrutar sin aglomeraciones. Es uno de esos lugares que puedes visitar varias veces en un mismo viaje y seguir encontrando nuevas formas de disfrutarlo.
Para más información y planificación de tu viaje a Curazao, puedes visitar la página oficial de la Oficina de Turismo de Curazao. Allí encontrarás detalles sobre atracciones, eventos, alojamientos y consejos útiles para hacer de tu experiencia en la isla algo inolvidable.
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