Willemstad, capital comercial del sur del Caribe.
Famosa por su arquitectura colonial neerlandesa, Willemstad es la capital de Curazao, que vamos a destinar para el primer día. El centro de la ciudad fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1997 y consta de dos distritos principales: Punda, que es la sección más antigua de la ciudad y conocida como su centro cultural; y Otrabanda, considerado el mejor sector para salir de compras.
Los recorridos pueden realizarse a pie con guías locales especializados varios días a la semana o, para quienes prefieran no caminar, a bordo de un pintoresco Trolley.
Considerada la capital comercial del sur del Caribe, Willemstad atrae compradores del mundo entero. Una gran multitud de vendedores y mercados exhiben sus productos frescos, carnes, frutas exóticas y mucho más, como lo hace el pintoresco y colorido mercado flotante de Punda en Sha Caprileskade, justo a la vuelta de Handelskade, donde es posible pasear por el muelle y la bahía de Santa Ana. Para relajarse solo hay que elegir uno de los varios cafés al aire libre y disfrutar de una deliciosa comida mientras se observa a la gente pasar.
Playas de Curazao.
Para el segundo día el plan es ir a la playa. Más de 38 cubren las costas del Caribe de este destino, rodeado por yates, barcos y visitado por cruceros que hacen paradas habituales en la isla. Las hay de todos los tamaños y estilos, y para todos los gustos.
Allí es posible nadar, bucear, saltar de acantilados marinos, hacer castillos de arena y disfrutar de un almuerzo con pescado fresco o una cena romántica al atardecer.
Actividades náuticas.
Todas las playas ofrecen una variada de propuestas para disfrutar de actividades náutica en Curazao, ideales para el tercer día.
La combinación de formaciones coralinas, peces tropicales y una innumerable colección de vida marina hacen de la isla un paraíso para el buceo o el esnórquel. Gracias al característico color turquesa de sus aguas del Caribe, la visibilidad promedio puede alcanzar los 30 m. de profundidad.
Museos de Curazao.
El cuarto día lo destinamos a algún museo. El Museo Curaçao es el primero de la lista. Ubicado en un edificio histórico, atesora muebles, cuadros y mapas antiguos de la isla y del Caribe.
El Museo Kurá Hulanda está localizado en la antigua plaza de esclavos, por lo cual muestra a sus visitantes la historia y desarrollo de los primeros habitantes de Curaçao, entre los que se cuentan africanos y esclavos.
El Mikvé Israel-Emanuel, ubicado al lado de la sinagoga que lleva el mismo nombre, conserva una exposición permanente de atributos interesantes y originales que ilustran la vida de los habitantes judíos de la isla. La Sinagoga es considerada como una de las más antiguas del continente.
Senderismo en Christoffelpark.
Para el quinto día, nos vamos al parque nacional más grande de Curazao, que ostenta una flora y fauna silvestre únicas. El lugar tiene ocho rutas para hacer senderismo, que pueden ser recorridas en carro o a pie. En esta última modalidad, el caminante podrá ascender hasta la cima de la montaña Christoffel, que está a 374 msnm.
Muy cerca se encuentra el Parque Nacional Shete Boka, que es morada de más de 10 bocas donde se reproducen tres especies de tortugas. A orillas del escarpado campo el visitante gozará de un espectáculo con grandes olas.
Rappel en el Puente Reina Juliana.
El Puente Reina Juliana une a Otrobanda y Punda desde principios de la década del 70. Descender desde sus 47 m. de altura es una experiencia única. Previo al ascenso, un instructor entrega la vestimenta que incluye cascos y arneses, además de dar especificaciones sobre la técnica para realizar la bajada.
Esta actividad exige a los aventureros usar ropa cómoda, zapatos con suela de goma y el deseo de superar cualquier miedo.
Conducir un vehículo todo terreno.
Concluimos la semana con una aventura en 4X4 recorriendo la isla dentro y fuera de la carretera, donde se pueden ver algunos de los barrios más exclusivos de la zona y la plantación de aloe vera. El único requisito para manejar un “Quad” o vehículo 4X4 es contar con una licencia de conducción.
Otra alternativa es tomar una excursión en mountain bike para adentrarse en cavernas; o en buggy. También hay prestadores que combinan varias disciplinas en una misma excursión.
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