Colombia, un país lleno de colores, ritmos y paisajes de ensueño, alberga algunas de las playas más hermosas y fotogénicas del mundo. Entre tantas opciones, ¿cuáles son las que realmente destacan? Google Maps reveló las cinco joyas costeras que todo viajero debe incluir en su lista.
5 playas de Colombia que te enamorarán
Descubre cinco playas colombianas recomendadas en Google Maps que enamoran con su belleza, tranquilidad y esencia local.
Estas playas imperdibles son una muestra del encanto costero que hace de Colombia un destino de clase mundial.
A continuación, te mostramos estas playas y lo que las convierte en lugares únicos que no te puedes perder.
1. Rocky Cay: un secreto a cielo abierto en San Andrés
Ubicada a solo 15 minutos del centro de San Andrés, Rocky Cay es una playa que parece sacada de un sueño tropical. Su gran atractivo es un pequeño islote rocoso que se alcanza caminando desde la orilla, gracias a un banco de arena sumergido que aparece cuando la marea lo permite.
Lo que convierte a Rocky Cay en una playa inigualable no es solo su paisaje, sino la experiencia única que ofrece: nadar hasta la pequeña isla, practicar esnórquel entre peces de colores vibrantes o simplemente flotar en un mar cuyas tonalidades son imposibles de describir con palabras.
Las familias la eligen por su seguridad y calma, mientras los más aventureros la disfrutan como un rincón para desconectarse del bullicio de la zona hotelera. Así mismo, hay alternativas para comer junto al mar, alquilar carpas y disfrutar de cocteles caribeños al ritmo del reggae isleño.
2. Playa Puerto Gaira: Santa Marta más allá de El Rodadero
A menudo opacada por la fama de El Rodadero, la Playa Puerto Gaira es un tesoro más tranquilo y local que ha ido ganando atención gracias a las reseñas en Google Maps. Está ubicado justo al lado del Rodadero tradicional, pero ofrece una atmósfera más pausada, ideal para quienes buscan sol y mar sin la congestión de turistas.
En esta playa es común ver a los samarios compartiendo tardes con sus familias, pescadores recogiendo redes al atardecer y vendedores ofreciendo arepas de huevo, bolis y ceviches recién preparados. Desde aquí también se toman lanchas hacia Playa Blanca o hacia el Acuario, convirtiéndola en un punto estratégico.
3. Playas de San Luis: tradición raizal y encanto natural
Las Playas de San Luis, en la zona suroriental de San Andrés, son mucho más que arena y mar: son el corazón de una comunidad raizal que ha sabido conservar sus costumbres, su idioma criollo y su relación armoniosa con la naturaleza.
El mar en San Luis es particularmente cristalino, con tonalidades que van del cielo azul al verde esmeralda. Las olas son suaves y el ritmo está pausado. Las palmas se inclinan como si saludaran al visitante, y los vendedores de pan de coco y completan la escena.
Esta playa es excepcional para quienes quieren sentirse parte de la isla, más que simples turistas. Una caminata por su orilla al atardecer, con música reggae sonando desde alguna casa cercana, es de esas experiencias que quedan grabadas en la memoria por siempre.
4. Malecón de Puerto Colombia: entre historia y mar
No todas las playas imperdibles tienen que estar en una isla lejana. El Malecón de Puerto Colombia, en el Atlántico, combina historia, gastronomía y playa en un solo lugar. Recientemente renovado, este espacio público se ha convertido en un referente para el turismo en el Caribe colombiano.
Aunque modesta en tamaño, la playa es perfecta para una jornada familiar. Con sus aguas tranquilas y la presencia de salvavidas, es popular entre los barranquilleros y los visitantes del interior del país para disfrutar de un plan relajado durante el fin de semana.
Lo mejor de todo es que, además de sus hermosas playas, se disfrutará de una variada oferta gastronómica que abarca desde el clásico pescado frito hasta innovadores platos de autor que reinventan los sabores del Caribe.
5. Barú Plaza, Ararca: una joya lejos del ruido
A diferencia de Playa Blanca, que suele ser la más popular en la isla de Barú y a menudo sufre por la sobrecarga de turistas, la playa Barú Plaza en Ararca se presenta como una alternativa tranquila y mágica para quienes buscan un contacto más íntimo con el entorno. Este rincón, aún poco conocido por muchos, está en una zona del corregimiento de Ararca donde el turismo comunitario empieza a florecer con fuerza.
Aquí, las comunidades locales han comenzado a recibir visitantes con una oferta que combina alojamiento ecológico, pesca artesanal, cocina tradicional y recorridos por manglares. La playa es de arena clara, con aguas cálidas y transparentes, idóneas para nadar o simplemente descansar bajo la sombra de una palma.
Igualmente, la experiencia en Barú Plaza va más allá de lo visual: es también cultural y humana. Interactuar con los habitantes, conocer sus historias y participar de sus saberes hace que la visita se convierta en una vivencia transformadora.
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