Después del “sí, acepto”, viene uno de los capítulos más esperados en la historia de toda pareja: la luna de miel. Pero lo que antes se resumía en una playa, hoy se ha transformado en un abanico de posibilidades de viajes en pareja y Colombia ofrece opciones únicas que se adaptan al estilo de cada pareja.
Colombia ofrece opciones únicas de luna de miel para cada tipo de pareja, desde aventuras extremas hasta retiros de bienestar en medio de la naturaleza.
A continuación, te presentamos algunos destinos colombianos más encantadores para vivir una luna de miel auténtica, memorable y completamente personalizada, según Boogking.com.
Para la pareja aventurera: adrenalina que enamora
Hay amores que se cultivan entre ráfagas de adrenalina y saltos al vacío. Si tú y tu pareja son de los que se lanzan al mundo con el corazón en la mano y la mochila a la espalda, San Gil, en Santander, es su lugar en el mundo.
Considerada la capital colombiana de los deportes extremos, San Gil ofrece planes de alto voltaje: rafting en el río Fonce, parapente sobre el impresionante Cañón del Chicamocha, espeleología en cuevas milenarias, o rappel en cascadas que parecen sacadas de un cuento.
Lo mejor es que después de un día de vértigo compartido, podrán relajarse en el Hotel Campestre Palmas del Zamorano, un oasis entre montañas con spa, piscinas y habitaciones íntimas que invitan a desconectarse del mundo exterior y conectarse el uno con el otro.
Para la pareja rumbera: que no se apague la música
Si su historia de amor siempre ha tenido banda sonora, y el baile es una declaración de principios, entonces su luna de miel debe ser una fiesta sin final. Cartagena, con su mezcla de historia, ritmo y romance, es el escenario perfecto para seguir celebrando.
Pasear tomados de la mano por las calles del Centro Histórico, brindar al atardecer en alguna terraza con vista al mar Caribe, y bailar champeta hasta que amanezca, es solo el inicio del viaje.
Hoteles como el Hilton Cartagena o el Hotel Dann Cartagena ofrecen el confort de la hospitalidad caribeña y la ubicación ideal para moverse entre cocteles, playas y beats sin necesidad de transporte.
Prefieren un ambiente más urbano, Medellín, la ciudad de la eterna primavera, los espera con rooftops, bares ocultos en Provenza, discotecas para los amantes del reguetón, la electrónica o el house.
Para la pareja sostenible: amor por el ecoturismo
¿Te consideras una pareja con conciencia y responsabilidad ambiental? Entonces Minca, en la Sierra Nevada de Santa Marta, es el lugar donde deben empezar esta nueva etapa.
Este pequeño paraíso ecológico ofrece caminatas entre montañas cubiertas de niebla, visitas a fincas de cacao y café orgánico, clases de cocina consciente y talleres de permacultura.
El alojamiento perfecto para esta experiencia es El Rincón de la Sierra Minca, un refugio de sostenibilidad y belleza. Las habitaciones con vista a la montaña, la piscina al aire libre, los productos naturales y la cocina local orgánica crean el ambiente perfecto para una luna de miel con propósito.
Para la pareja foodie: amantes a la gastronomía
Hay amores que se cultivan, entre sabores y aromas compartidos. Para las parejas que se emocionan con una buena cena o una nueva receta, Villa de Leyva es una joya gastronómica entre montañas.
Este pueblo colonial de Boyacá no solo es uno de los más románticos del país, sino también un paraíso para los amantes de la buena mesa. Aquí podrán degustar pan artesanal al desayuno, almorzar platos de autor con ingredientes locales y terminar el día con una cena a la luz de las velas.
La experiencia se completa con catas de vino, visitas a viñedos, clases de cocina y recorridos por mercados orgánicos.
La Casa de Las Aguas, ubicada a escasos 800 metros de la plaza principal, es ideal para hospedarse: un entorno íntimo, acogedor y romántico donde los sabores se combinan con la tranquilidad y el buen gusto.
Para la pareja zen: desconexión entre selva y mar
Si su luna de miel soñada implica aislarse del mundo, caminar descalzos por la arena y escuchar solo el canto de los pájaros y el mar, entonces Bahía Solano es su destino ideal.
Entre la selva espesa del Chocó y el inmenso océano Pacífico, este rincón mágico es perfecto para quienes quieren una desconexión profunda.
Desde caminatas a cascadas escondidas y sesiones de yoga frente al mar, hasta baños en playas solitarias como El Almejal, Bahía Solano ofrece una experiencia que transforma. La El Almejal Ecolodge & Rainforest Reserve es el tipo de lugar donde el tiempo se detiene y el cuerpo, el alma y la relación se renuevan.
Durante los meses adecuados, pueden incluso vivir el espectáculo del avistamiento de ballenas: un regalo natural y simbólico.
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