El senderismo, más que una actividad física, es una forma de reencontrarse con uno mismo, de desconectarse del ruido cotidiano y reconectar con lo esencial. Sin embargo, esa misma naturaleza que inspira paz y asombro también puede volverse impredecible y hostil si no se le aborda con el respeto y la preparación adecuados.
El senderismo es una de las formas más emocionantes de conectar con la naturaleza, pero también una actividad que exige preparación y respeto por el entorno.
Aquí te contamos algunos tips fundamentales que todo amante del senderismo debe conocer antes de embarcarse a una aventura.
Prepararse o improvisar: el primer gran error de los senderistas
El error más común entre quienes se inician en el senderismo es la improvisación. Salir a caminar por un sendero desconocido sin una planificación adecuada puede parecer inofensivo, pero es el primer paso para ponerse en una situación de riesgo.
¿Qué implica una buena planificación?
- Investiga antes de salir: conoce el lugar al que vas, descarga mapas, averigua sobre la fauna, el clima y los riesgos específicos de la zona.
- Equipo adecuado: no se trata de empacar de más, sino de llevar lo justo y necesario para el terreno, el clima y la duración del recorrido.
- Vestimenta funcional: usa ropa de manga larga, pantalón resistente, calzado con agarre y protección solar. En montaña, una prenda equivocada puede jugar en contra.
- Kit básico de supervivencia: incluye agua, encendedor o pedernal, linterna, brújula, silbato, botiquín de primeros auxilios y una manta térmica. Son objetos pequeños que pueden salvarte la vida.
Triángulo de supervivencia: tres pilares en el senderismo
En medio de una situación crítica en la montaña, donde la orientación se ha perdido, el clima ha cambiado de forma inesperada o la noche cae sin aviso, la mente del excursionista entrenado debe regresar a una imagen esencial: el triángulo de supervivencia.
Este concepto, utilizado en entornos militares, en entrenamiento de rescate y también en escuelas de bushcraft, resume las tres necesidades primarias que deben mantenerse equilibradas para asegurar la vida en un entorno salvaje.
Agua y alimento: lo primero que debe asegurar
Cuando la aventura en la montaña se complica y la adrenalina da paso a la incertidumbre, el cuerpo comienza a enviar señales claras: cansancio, mareo, labios resecos, visión borrosa. En la mayoría de los casos, el origen de esos síntomas es la deshidratación, un enemigo silencioso que avanza incluso en climas fríos donde la sensación de sed es casi nula.
El cuerpo pierde líquidos de forma constante, incluso sin que uno lo note. Es importante nunca subestimar la hidratación, incluso si el día es fresco. Llevar agua para al menos las primeras doce horas de caminata es obligatorio.
¿Cómo conseguir agua en la naturaleza?
- Busca arroyos o charcos, pero nunca bebas directamente.
- Hierve el agua durante cinco minutos.
- Usa filtros improvisados (arena, carbón, tela).
- Lleva pastillas purificadoras si es posible.
Sobre la comida, se sugiere:
- Priorizar alimentos livianos, energéticos y no perecederos.
- Las conservas son ideales: atún en aceite, sardinas, legumbres y vegetales aportan nutrientes y pueden usarse incluso como combustible improvisado.
- Racionar las porciones y evitar comer de más en los primeros días.
Refugio: su escudo contra el clima
Un refugio improvisado puede marcar la diferencia entre sobrevivir una noche o ceder ante el frío, el viento o la humedad. El cuerpo humano pierde calor por el contacto con el suelo, la evaporación del sudor y el viento.
Consejos para construir refugios efectivos:
- Evita zonas con ramas inestables o propensas a inundaciones.
- Usa formaciones naturales como cuevas o rocas, previa inspección.
- En selvas, prioriza la ventilación, en páramos, el aislamiento del frío.
- Nunca olvides aislarte del suelo. Usa hojas secas, ramas o cualquier material natural.
Una manta térmica es indispensable. Sirve para conservar calor, hacer sombra, recolectar agua o como señal de auxilio. Con menos de 100 gramos de peso, puede convertirse en su salvavidas en más de una situación.
El fuego: calor, agua y vida
Más allá del romanticismo de una fogata, el fuego cumple funciones críticas: cocina, purifica agua, da calor y sirve como señal visible. Pero no es fácil encenderlo si uno no está preparado.
Algunas recomendaciones son:
- Lleva pedernal: confiable incluso si está mojado.
- Una pequeña botella de alcohol puede ser clave. Proporciona llama sostenida, permite hervir agua o iniciar una fogata más grande.
- El atún en aceite también sirve como estufa improvisada: con papel higiénico como mecha y tres agujeros en la tapa, puede encenderse y durar varios minutos.
- Evite métodos como la fricción de madera: requieren demasiado esfuerzo físico, poco recomendable en una situación de agotamiento.
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