Gracias a su cercanía con la capital colombiana, es uno de los destinos más visitados por los habitantes y turistas de Bogotá. Además, esta región es muy amigable para recorrer de punta a punta, pues los viajeros pueden disfrutar de un trayecto tranquilo por carretera mientras se maravillan con enormes campos de cultivos, o hacen paradas en los diferentes municipios que extiende la región.
Parada obligada en el Puente de Boyacá
A algunos kilómetros de Tunja, la capital de Boyacá, se encuentra el icónico Puente de Boyacá. Un pintoresco lugar que pasó a la historia, pues allí se puso el punto final de la independencia de Colombia, el 7 de agosto de 1819 con La Batalla de Boyacá.
El puente, que ha sido visitado durante décadas por miles de turistas, es una réplica que fue construida hace un siglo, pues la estructura original quedó destruida después del encuentro bélico. Sin embargo, está en la misma ubicación, donde alguna vez caminaron los habitantes de la época para conectar a Santa Fé (lo que se conoce actualmente como Bogotá) con Tunja.
Con el paso de los años, el Puente de Boyacá empezó a estar rodeado de numerosos monumentos como una estatua del libertador Simón Bolívar con la bandera del país en su pecho, de Francisco de Paula Santander, el Arco del Triunfo que representa las principales razas de la nación, la Plaza de Banderas, entre otros.
Por todo esto y más, el simbólico puente boyacense fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación.
Uno de los momentos más especiales para visitar el Puente de Boyacá es la época navideña, pues de noche el amplio campo resplandece con los colores de la bandera colombiana, y decoraciones de tamaño real de los soldados que lucharon con valentía. Debido a las bajas temperaturas de la región, que pueden oscilar entre 6°C y 17°C, es ideal recorrer el lugar con un aguapanela o un tinto en la mano.
Villa de Leyva
Este municipio boyacense evoca un viaje al pasado gracias a su arquitectura colonial. Su plaza mayor, la más grande del país con 14.000 m2, tiene un piso empedrado y está rodeada del despacho de la Alcaldía, hoteles, restaurantes, museos y tiendas de artesanías. En el centro de la plaza se destaca una pila tallada en piedra, la cual, siglos atrás abastecía de agua potable a las personas que habitaban en el lugar.
Junto a la plaza mayor también se encuentra el Templo Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, una edificación construida en 1604 que exhibe una arquitectura del barroco colonial y conserva retablos en madera y recubiertos de oro. Este atractivo turístico también es reconocido históricamente por albergar el Primer Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, dos años después del grito de independencia.
Incluso, se puede viajar a la prehistoria en el Museo Paleontológico y el Museo El Fósil. En el primero se encuentran fósiles de los animales que nadaban en el gran mar que ahora es Villa de Leyva. En total cuenta con 2.425 piezas en colección y 441 piezas en exhibición y se destacan aquellas que datan hasta 130 millones de años atrás.
Villa de Leyva también es reconocida por su Festival de Cine, el Festival de Astronomía, el Festival Internacional de Jazz, el Festival de Luces, el Festival Nacional del Viento y las Cometas. Este último se lleva a cabo en agosto, y prácticamente es una tradición para los capitalinos y habitantes de alrededor. Durante tres días el cielo boyacense se llena de cometas de colores; una actividad en la que grandes y pequeños pueden participar.
Leer más: Colombia sin fronteras
Ráquira, pueblo de tiestos
Ráquira se ubica a 60 kilómetros de Tunja, cerca de Villa de Leyva. Este pueblo es conocido como la capital artesanal de Colombia, ya que sus calles están llenas de objetos creados con barro cocido. En cada esquina se encuentran preciosas ollas, platos, alcancías de barro color ocre y muchas otras pintadas de diferentes colores. En la plaza se puede ver una muestra de grandes artesanías mostrando los principales oficios y tradiciones del pueblo. Otros de los lugares por visitar en Ráquira son la Iglesia de San Antonio y el Monasterio La Candelaria. Además del Desierto de la Candelaria, un hermoso paraje natural, de grandes formas y muchos misterios.
Es uno de los pueblos más antiguos de Colombia, antes de la llegada de los españoles fue un pueblo chibcha. Su nombre proviene del muisca y quiere decir “pueblo de ollas”. El pueblo siempre se ha reconocido por sus artesanías y objetos de arcilla.
Tenza y la emisora de Sutatenza
El recorrido se debe iniciar por los senderos ecológicos de Tenza, los cuales llevan a caminos de herradura y calles que datan de la época colonial. El pueblo tiene artesanos que ofrecen baúles, cestas, paneras, canastos, cofres, miniaturas, individuales y juguetes, elaborados caña de castilla, bambú, yaré, crin de caballo, junco o fique. Continue el recorrido hacia Sutatenza, un pueblo orgulloso de su historia, ya que son conocidos por de tener la emisora Radio Sutatenza, la cual se educó a muchos colombianos, por medio de programas educativos y culturales entre 1947 y 1989.
Iza, pueblo patrimonio de Colombia
Declarado en 2002 como Pueblo Patrimonio de Colombia por su arquitectura, originales de la cultura muisca. Aquí se puede disfrutar de sus paisajes, aguas termales y naturaleza. La plaza principal es conocida por estar llena de vendedores locales, ofreciendo deliciosos postres como: cuajadas con melado, leche asada, postre de las tres leches y dulces de frutas, además de las tradicionales almojábanas, génovas y queso de cabeza.
Tips para viajeros
1. Usar ropa abrigada: chaqueta, gorro, guantes y bufanda. La temperatura cuando baja oscila entre 6°C y 12°C.
2. Usar zapatos cómodos para caminar, ojalá impermeables.
3. Preferible usar gorra durante las caminatas, el sol quema bastante.
Temas relacionados
Deja tu comentario