Hay fechas que se sienten más con el corazón que con el calendario, y el Día del Padre es una de ellas. Es el momento perfecto para darle un regalo que no se envuelve en papel, sino con experiencias, paisajes y memorias imborrables. Colombia ofrece pueblos mágicos ideales para sorprenderlo con una escapada a alguno de ellos.
Día del Padre: 5 pueblos mágicos de Colombia para visitar
Sorprende a papá este Día del Padre con una escapada inolvidable a 5 pueblos mágicos de Colombia llenos de aventura, tradición y paisajes únicos.
Escaparse a un pueblo mágico es un plan perfecto para celebrar el Día del Padre con aventura, tranquilidad y buenos momentos en familia.
Aquí te presentamos cinco pueblos mágicos que ofrecen el escenario ideal para una celebración inolvidable este Día del Padre.
1. San Gil: un destino lleno de aventura
Ubicado a poco más de 300 km. de Bogotá, San Gil es conocido como la capital de los deportes extremos en Colombia. Si tu papá es de los que siempre está buscando planes emocionantes, este es su lugar.
Rafting en el río Fonce, parapente sobre el cañón de Chicamocha, torrentismo en cascadas o espeleología en cuevas profundas, aquí no hay tiempo para el aburrimiento.
Pero San Gil también tiene rincones para la contemplación. El Parque El Gallineral, con sus árboles cubiertos de musgo que cuelga como barbas verdes, es un lugar perfecto para caminar con calma y luego disfrutar en familia de las fantásticas propuestas gastronómicas de San Gil.
Y a pocos kilómetros, pueblos cercanos como Curití o Socorro invitan a descubrir tejidos artesanales, mercados tradicionales y templos con siglos de historia.
2. Tobia: una escapada cerca de Bogotá
Si el tiempo es corto pero las ganas de celebrar a papá son grandes, Tobia es el destino ideal. A tan solo dos horas de Bogotá, este pequeño pueblo en el corazón de Cundinamarca se ha convertido en un refugio para quienes buscan desconectarse sin ir muy lejos.
Rodeado de montañas, con un clima cálido y múltiples actividades al aire libre, es perfecto para un fin de semana diferente.
Tobia es conocido por sus planes de aventura: canotaje, canopy, torrentismo, senderismo y cabalgatas.
Muchas fincas agroturísticas ofrecen planes familiares con alojamiento, comida típica y acceso a ríos y piscinas naturales.
Si tu papá disfruta el campo, los paisajes verdes y un buen sancocho cocinado en leña, esta puede ser una experiencia inolvidable.
3. Monguí: tradición, artesanía en Boyacá
Monguí es uno de esos lugares donde el tiempo parece haberse detenido, y eso es justamente lo que lo hace mágico.
Ubicado en el altiplano en Boyacá, cerca de Sogamoso, este pueblo es famoso por sus balones artesanales, su arquitectura colonial y su cercanía con el Páramo de Ocetá, considerado uno de los más bellos del mundo.
Para papás que disfrutan la historia, la tranquilidad y los paisajes imponentes, Monguí es un destino que enamora.
Pasear por su puente de calicanto, construido en el siglo XVII, o visitar la Basílica Menor de Nuestra Señora de Monguí son actividades ideales para compartir en familia.
Si papá tiene alma de caminante, una excursión al páramo es un plan inolvidable: frailejones, lagunas escondidas y vistas que cortan la respiración.
4. Salento: cafetales, miradores y el Valle de Cocora
Para los padres amantes del buen café, la cultura campesina y los paisajes de postal, Salento es una joya imperdible.
Ubicado en el corazón del Eje Cafetero, este colorido pueblo ofrece mucho más que arquitectura típica y tiendas artesanales.
Si te preguntas ¿Qué hacer en Salento?, una visita al Valle de Cocora es casi obligatoria: allí crecen las imponentes palmas de cera, el árbol nacional de Colombia, que pueden superar los 60 m. de altura.
El recorrido puede hacerse a pie, a caballo o en Willys, los tradicionales jeeps que también son parte del patrimonio cultural cafetero.
Además, visitar una finca cafetera con papá y compartir una cata sensorial es un plan que combina aprendizaje, sabor y conexión.
5. Mompox: magia ribereña y realismo macondiano
Si tu papá tiene alma de escritor, melómano o soñador empedernido, entonces Mompox es el lugar ideal.
A orillas del río Magdalena, este pueblo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco conserva un aire místico que recuerda las páginas de Cien años de soledad ofreciendo planes imperdibles para realizar en Mompox.
Su arquitectura colonial intacta, sus procesiones silenciosas y su orfebrería filigranada lo hacen único. Pasear por sus calles blancas bajo el sol caribeño, visitar el cementerio antiguo o tomar una lancha al atardecer por el río son planes ideales para un Día del Padre diferente.
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