Nariño, un departamento con un encanto especial en el suroccidente colombiano, es una región donde la naturaleza y la historia se funden en paisajes de una belleza enigmática. Este rincón del país, a menudo olvidado en las rutas turísticas tradicionales, alberga pueblos mágicos que parecen detenidos en el tiempo, pero que en realidad están llenos de vida y color.
Escapadas en Nariño: 5 pueblos mágicos para visitar
Explora los encantos de Nariño a través de sus pueblos mágicos que invitan a turistas a vivir escapadas inolvidables.
A continuación, te contamos lo que puedes esperar al realizar escapadas a estos cinco destinos que te atraparán desde el primer momento.
1. La Cocha: el paraíso lacustre de Nariño
La Cocha, ubicada a unos 40 minutos de Pasto, es uno de los destinos más fascinantes de Nariño. Lo primero que llama la atención es su imponente laguna, que parece un espejo del cielo.
Este lugar es perfecto para quienes buscan un contacto íntimo con la naturaleza, ya que ofrece la oportunidad de realizar paseos en botes tradicionales de madera para explorar las islas de la laguna, en especial la Isla de La Corota, un santuario de fauna y flora protegido. Los paseos tienen un valor promedio de 25.000 pesos colombianos por persona.
La zona es hogar de numerosas especies de aves, lo que la convierte en un paraíso para los amantes del avistamiento de fauna.
Además, para los más aventureros, existen caminatas guiadas por los senderos naturales de la Isla de La Corota, donde podrás explorar la densa vegetación de este microclima húmedo tropical.
2. Sandoná: tierra del sombrero y el café
Sandoná es un pueblo que respira historia y tradición. Situado entre montañas, este encantador municipio es conocido por ser la cuna del sombrero de pindo, un símbolo artesanal local.
La visita a Sandoná no estaría completa sin conocer de cerca el proceso de elaboración de los sombreros. En los talleres, los propios artesanos te enseñan con orgullo cómo transforman una simple palma en sombreros de alta calidad.
Puedes adquirir uno de estos icónicos sombreros por precios que van desde los 50.000 hasta los 200.000 pesos colombianos, dependiendo de su complejidad y diseño.
Pero también es un destino ideal para los amantes del café. Los caficultores locales ofrecen tours en sus fincas, donde aprenderás todo sobre el cultivo, cosecha y procesamiento del café, terminando con una cata del producto final por un costo aproximado de 40.000 pesos colombianos por persona.
3. Ipiales: entre el santuario y la frontera
Ipiales es conocido principalmente por el Santuario de Las Lajas, un lugar de peregrinación que atrae tanto a creyentes como a viajeros curiosos. Esta iglesia neogótica, construida entre los cañones del río Guáitara, es considerada una de las más hermosas de Colombia, e incluso del mundo.
Llegar aquí es una experiencia que impacta por la majestuosidad de la arquitectura y el entorno natural que lo rodea. El acceso al santuario es gratuito, aunque se sugiere una donación voluntaria para el mantenimiento del lugar.
A pocos kilómetros de allí se encuentra la frontera con Ecuador, lo que convierte a este municipio en un sitio estratégico para quienes buscan cruzar al país vecino y disfrutar de la gastronomía y cultura ecuatoriana.
Tiene un mercado local vibrante y colorido, donde puedes probar delicias típicas como el cuy asado, auténticamente nariñense. Los precios rondan los 35.000 pesos colombianos por plato.
4. Guachucal: entre montañas y cultura indígena
Guachucal es un pequeño y pintoresco pueblo ubicado en la región norte de Nariño, cerca de la frontera con Ecuador.
Este lugar, conocido por su rica tradición indígena, es una excelente opción para quienes desean sumergirse en la cultura de los Pastos, una de las comunidades de la región.
Uno de los principales atractivos de Guachucal es la Cascada de la Cocha, una impresionante caída de agua rodeada de vegetación exuberante. El acceso al área de la cascada es gratuito, pero se recomienda llevar guía local para una experiencia más enriquecedora, con costos aproximados de 30.000 pesos colombianos por grupo.
Guachucal también es famoso por sus festividades, como la Fiesta del Cuy, que se celebra anualmente en agosto. Durante esta festividad, los visitantes pueden disfrutar de platos típicos, música tradicional y danzas folclóricas.
5. Cumbal: el encanto del volcán y la cultura
Cumbal, al sur de Nariño, es otro destino que no te puedes perder. Este pequeño pueblo es conocido por su cercanía al Volcán Cumbal, uno de los más imponentes de la región.
En la excursión al Parque Natural Volcán Cumbal los aventureros pueden emprender caminatas guiadas hasta el borde del cráter o explorar los senderos que rodean el volcán por un valor aproximado de 60.000 pesos colombianos por persona. Los paseos duran entre 4 y 6 horas, dependiendo del recorrido elegido.
Cumbal también se destaca por su tradición artesanal, especialmente en la elaboración de productos textiles y tejidos a mano, con precios que oscilan entre 20.000 y 100.000 pesos colombianos, dependiendo del artículo.
La gastronomía de Cumbal sobresale por platos como la trucha a la parrilla y el locro, una sopa tradicional. Los restaurantes locales ofrecen estos platos con precios que van desde 25.000 hasta 50.000 pesos colombianos por comida.
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